lunes, 6 de junio de 2011

El rol de la Mujer en el Cumplimiento y Seguimiento de la Convención Internacional de los Derechos de los niños, niñas y adolescentes.


La convención sobre los Derechos de la niñez, adoptada por unanimidad en 1989 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, es la mejor expresión que tiene la Comunidad Internacional para el bienestar de los niños, niñas y adolescentes.
Nuestro país ratifico la convención en el año 1990, adquirió la responsabilidad de garantizar a todos los niños, niñas y adolescentes mexicanos el disfrute de los Derechos que ella les consagra, como son: la supervivencia, el desarrollo, la protección, y que sus opiniones sean escuchadas por los demás.

En nuestro país cada vez más son las mujeres que se insertan en el mundo laboral, esto es el principio de un círculo virtuoso si lo sabemos conducir o de un círculo vicioso si dejamos que se pierdan los valores de una familia.

Soy una defensora de la igualdad de género, pero creo que aún no he llegado a creerlo del todo, nuestra cultura está basada en el machismo y no creo que las mujeres queramos comprender igualdad.

Igualdad como definición práctica, podría ser: “ausencia de total discriminación entre los seres humanos, en lo que respecta a sus derechos”. Pero consideramos que no basta con esto, sino que es un tema mucho más amplio, y que abarca tantos factores, que puede, en muchos casos, llegar a determinar nuestras vidas.

Queremos igualdad laboral, familiar, pero aun deseamos que el hombre sea el que nos invite a salir, pague la cuenta, tenga iniciativa, compre la casa, pague las tarjetas y al mismo tiempo queremos hacer nuestra vida sin que el hombre opine una palabra.

Somos una sociedad en desarrollo, un país con una violencia extrema, donde niños y adolescentes luchan a diario con un mundo cruel, con la falta de empleo y sobre todo con esa ausencia de valores que es consecuencia de la falta de acuerdo de una palabra: igualdad.

Los niños han sido las personas que estos últimos años han pagado las consecuencias del desempleo, el liberalismo, la baja autoestima, de la migración.
Soy partidaria de la mujer emprendedora, que no se sienta a esperar al príncipe azul para que le resuelva la vida y deje de trabajar por no tener una visión o una meta personal.

Las mujeres somos el ser que da vida y tendríamos que ser las primeras personas conscientes de que los niños tienen derechos y deben ser respetados, esto no está peleado con la mamá productiva, con el papá trabajador o con una pareja que se tuvo que separar.

Es hora de hacer un alto y voltear a ver a esos pequeños que están hambrientos de aprender, de imitar, de repetir patrones, el respeto es el primer valor que debemos inculcar.

Respeto así mismo, respeto al núcleo en el que viven, respeto a la diversidad, respeto al trabajo, respeto a las decisiones, pero siempre con amor.
He leído que en algunos Estados del norte del país la delincuencia organizada no tiene problemas para llevar jóvenes a sus filas, ya que asisten diariamente a esas comunidades donde los papas tuvieron que “irse al otro lado” por tener una mejor calidad de vida y entonces la mamá se desentendió de sus hijos y ahora son jóvenes sin un objetivo, presas de gente que les ofrece 2 mil pesos para matar, robar o destruir.

Lo que pasa en nuestro país fundamentalmente es responsabilidad de los padres, y yo pondría sobre la mesa de las madres que dejan a un lado su primer rol para ejercer los demás, muchas veces por irresponsabilidad, porque el estar en una situación laboral no es sinónimo de abandono a los hijos.

Somos mujeres que todo lo podemos hacer, lo primero formar niños que son el presente y el futuro de una Nación, la educación debe ser la clave para que el día de mañana tengamos buenos ciudadanos, gente preparada, que se tenga amor y no deje que nada ni nadie decida su destino.

Amo a los niños, amo la ingenuidad, amo su inteligencia que bien encaminada puede llegar a dar frutos inimaginables, desprecio el “pobreteo”, la mala comunicación, los golpes, las ofensas y sobre todo el mal ejemplo.

Adoro las ganas de mucha gente de ir contra corriente, salir a diario a desarrollarse como personas sin hacer a un lado su principal responsabilidad, amar y educar a un pequeño.

Niño es todo ser humano que tenga menos de 18 años, que avergüenza vivir en un mundo dónde hay gente dedicada a la explotación sexual, laboral de estos menores, no puedo creer que exista la pedofilia, no concibo el abuso a un niño.
Tendría un adulto que estar mal de sus facultades mentales para aprovecharse de una persona que por su edad es vulnerable.

El niño tiene derecho a la salud, al juego, al alimento, a estar con quien lo haga feliz y no necesariamente tendría que ser la madre.

Yo invito a todas las lectoras a que formemos grupos de protección al infante, denunciemos, ya que si un niño sabe que tiene atención y puede ser escuchado, dejará de sentir miedo y no será víctima de ningún tipo de delito.

Los invito a leer la Convención Internacional de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes en la página de Unicef, unámonos para defender y respetar a nuestros niños.
http://www.unicef.org/spanish/crc/

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