¿Te crees perfecto? Enhorabuena. Ya tienes una muy buena razón para ser generoso con los demás -a los que Dios o la naturaleza no les han dotado de tanta perfección-.
No eres perfecto... pues un poco de humildad y comprensión hacia los demás... ¡los humanos no somos perfectos! ¡Deja de criticar y sé comprensivo!
Escuche el fin de semana criticar un hombre a otro hombre porque quería comprar un coche y no ir a un viaje, y me dije a este ¿qué le importa?
Los humanos y más en unas culturas que otras, nos creemos con la autoridad moral de criticar a los demás, de emitir opiniones, de hablar sin saber causa y esto nos lleva al rompimiento de relaciones afectivas.
Leí en días pasados unas líneas que me llevaron a escribir del tema, decía algo así, soy gorda porque tengo una enfermedad, soy agresivo porque fui abusado sexualmente y nunca me han tratado psicológicamente, ahora lo entiendo, todo tiene un por qué.
Vivo en una pequeña ciudad donde la bese de la sociedad se llama chisme, me apena decir esto, realmente quisiera compartir que en mi lugar natal se respeta al vecino y pasa desapercibido el peinado o los zapatos de alguien, mejor aún su vida privada.
Si bien hemos hablado de los valores como pilar en la vida del ser humano, valores universales como el respeto es lo que quiero fomentar, primero en mi vida, respeto a mi persona, a mi género, a mis ideas, lucho día a día, por ser una persona única que se guía conforme a reglas y modelos establecidos, por el solo hecho de vivir en una sociedad, y esto con el fin de no afectar a nadie. Fiel a mis ideales, nunca ser una empleada inútil o servil, siempre aportando lo mejor de mí y si no encuentro esa condición, doy media vuelta y me retiro, lo peor de una persona es ir contra sí misma.
Ser manejable, dejar que la gente pisotee tu vida, tu trabajo y tus expresiones, no lo puedes consentir, lo único que tiene uno y hay que conservar es la dignidad y eso se conserva respetándonos cien por ciento.
“Defender mi ideología, buena o mala pero mía, tan humana como la contradicción” amo esta canción ya que evoca a ese espíritu triunfador, y a la vez objetivo. Nunca seré una trivial que trate de esconder sus complejos en un sí falso o en un miedo por perder algo que al final ni te pertenece.
Escuche una pregunta, ¿no sabes si en gay? Y ¿tendrá pareja? La respuesta en mi cerebro fue, ¡a ti que demonios te importa! Eso no hace mejor ni peor tu vida, si estimas a una persona o no, no debería ponerte a pensar si la gente es gay, si es mandilón, si su mujer lo domina, si su esposo le grita, si le gusta usar aretes rosas o si se acuesta con 300 personas.
Cada uno de nosotros es producto del interés y del amor que nuestros padres nos quisieron dar, ni más ni menos, si quieres que esta ciudad y este mundo cambie, invita a tus hijos a respetarse a sí mismos, a ser convincentes, a ser trabajadores y a dejar que el mundo gire.
En días pasados Jorge Volpi me dio una lección de respeto a su trabajo, cuando fue cancelada su labor en Italia por medio de una llamada telefónica; pude observar varias cosas, entre ellas, ¿qué clase de canciller tiene la mala educación de mandar a un subordinado a hacer una llamada a un intelectual con quien ya se había hecho un trato?, ¿qué clase de personas nos gobiernan?, ¿en sus manos está la política exterior de este país?, y ¿la interior?, ¿sería idea propia?, ¿por qué en el año 2011 tratan de coartar la libertad de expresión?, ¿por qué los gobernantes no aceptan que México es un Estado fallido?
Jorge escribió un artículo días después diciendo, “no soy un empleado sumiso” obvio entre otras cosas importantes, pusieron sus maletas y fueron a trabajar a otro país, wow, yo quiero juntarme con gente como Volpi, con ideas firmes, con respeto a su persona, con educación y valores, sin escándalo, sin problema alguno, escribió su versión y se fue, de su país, donde los que gobierna no lo respaldaron porque escribió algo es evidente para todos.
Nos encanta criticar, pero no soportamos la crítica a uno mismo, no toleramos que alguien diga algo mal de nosotros, y sobre todo de frente, porque también es fácil mandar a decir tonterías, sin asumir las consecuencias, no tenemos la capacidad de raciocinio.
Si el presidente mexicano se dejara ayudar en su lucha imposible contra el narco, no tendríamos más muertos que en Irak, no habría quemados en los casinos, no habría estudiantes acribillados injustamente, no habría ciudades fantasmas por el miedo a los delincuentes, pero eso, sí critican 70 años pasados que ahí están en el pasado, pero no asumen el hoy.
Ahora es 2011 con todos los problemas y soluciones que esto representa, no puedo creer que seamos un pueblo creativo, trabajador, entusiasta dedicado a criticar y no hacer nada.
Pero como van a cambiar los gobernantes si no cambiamos nosotros mismos, me alejo de mucha gente que no propone, solo divide y critica, y cuando voy a trabajar procuro con las fuerzas de humano que tengo, dar lo mejor de mí, ser comprometida y responsable.
Si mi vecino es bailarín, mesero, travestí o mecánico, no me interesa, lo único por lo que lucharé primero como ciudadano y luego como funcionario público es por aquello donde se vean pisoteados los derechos humanos, como la trata de personas, el narco tráfico, la venta ilícita de productos dañinos a niños y gente que no tiene la capacidad de decisión.
Señores abramos los ojos y preocupémonos por los problemas que verdaderamente nos aquejan y si yo mando en mi casa, tal vez mi esposo está feliz, que a ti no te interese.